Lavar la ropa tiene su historia. Para quienes crecieron con la lavadora en casa o con la posibilidad de mandar la ropa a una tintorería, tal vez suene a cuento chino. Y sí, podría ser un cuento chino, porque fueron ellos quienes impulsaron el concepto de las lavanderías tanto industriales como personales a mediados del siglo XIX, en Estados Unidos.
Muchos años después, y al otro lado del planeta, abriría sus puertas la lavandería autoservicio Adeje, en Tenerife. Pero antes, un poco de historia.
De cómo se pasó de lavar en los ríos a meter la colada en una lavadora
Parece tan sencillo: clasificar la ropa, meterla en la máquina, poner el detergente y el suavizante, programar el lavado según la ropa y pulsar un botón. Listo. Al cabo de un tiempo relativamente corto, la ropa está limpia y lista para secar. Una total maravilla. Pero no siempre fue así.
Obviamente cada región o país tiene su propia historia de lavandería, pero se puede coincidir en que fue a mediados del siglo XX que las lavadoras hicieron su aparición de forma masiva.
En tiempos más antiguos, las zonas para lavar era a orillas de los ríos, y para ello existía la persona que se encargaba de ello; generalmente eran las mujeres y las llamaban lavanderas. Las zonas comenzaron a delimitarse, estableciéndose así lavaderos públicos. Las lavanderas recogían la ropa de las casas de familia, las lavaban, las secaban al sol y luego las devolvían.
Jabones, detergentes
Se fabricaban de manera artesanal. Muchos pueblos se atribuyen la invención del jabón. Lo cierto es que una de las leyendas dice que lo descubrieron en Italia, en el monte Sapo, cerca de Roma. Allí en ese monte hacían sacrificios rituales de animales en hogueras ceremoniales.
Cuando llovía, el agua arrastraba la grasa animal y las cenizas de las hogueras hasta la base del monte, a través de numerosos riachuelos. Los esclavos, que eran quienes lavaban la ropa a sus amos, lo hacían en estas aguas y descubrieron que los tejidos salían mucho más limpios. Con un poco de observación, dieron con la fórmula: grasa + cenizas. Después utilizaban orina fermentada, miel, harinas, salitre, etc.
Con el paso del tiempo, se canalizaron los ríos, los lavaderos cambiaron su fisonomía y proliferaron los lavaderos comunitarios en cada pueblo o ciudad. Quienes podían, contrataban a una mujer para que hiciera esta labor.
Lavadoras manuales
A mediados del siglo XIX ya se habían descubierto las propiedades para blanquear del cloro y para este momento los lavaderos tenían también piezas más avanzadas para lavar, como tablas de lavado o grandes piedras especialmente escogidas para eso. Pero también hubo lavadoras mecánicas manuales, muy primitivas, dentro de estos lavaderos.
En Estados Unidos, por ejemplo, la ola migratoria china concentró este segmento laboral y desplazó a las lavanderas domésticas, pues ofrecían el servicio a precios muy competitivos. Con la red eléctrica, estos establecimientos proliferaron, y aunque originalmente fueron pensados para hombres solteros y grandes hoteles, poco a poco fueron ganando a las amas de casa.
Lavadoras automáticas
Pero la llegada de la electricidad afectó a la vida cotidiana y a la industria; se idearon las lavadoras personales, y para 1940 casi el 60% de las familias en Estados Unidos tenían una en su casa, y para después de la II Guerra la comercialización fue muy agresiva.
Tanto, que no sólo las familias tenían una lavadora en casa, sino que empezaron a proliferar las lavanderías que funcionaban con monedas, las de tipo autoservicio.
Lavandería autoservicio Tenerife Sur
Tenerife es una isla que está en el archipiélago de las Islas Canarias, y su capital –Santa Cruz de Tenerife– es una de las capitales de la comunidad autónoma de Canarias (la otra es Las Palmas de Gran Canaria).
Su ubicación geográfica y su origen volcánico las convierten en una zona privilegiada tanto para la biodiversidad (hay 4 parques nacionales) como para el turismo. El Teide es una de sus grandes atracciones. Pero también es atractiva para vivir.
Tenerife es la isla más grande del archipiélago y la más poblada, con casi 1.000.000 de habitantes. Su particularidad climática hace que el clima sea bastante estable todo el año, permitiendo que una gran cantidad de turistas visiten la isla en cualquier temporada: más de 14.000.000 al año, y sea la base de la prosperidad económica.
La lavandería autoservicio Tenerife Sur se abrió precisamente en esta zona pujante para dar la posibilidad tanto a turistas como a residentes de un servicio rápido, eficiente y ecológico de lavado de ropa, más económico que el que se puede contratar en cualquier hotel.
En cuanto a los residentes, resulta incluso más práctico y barato lavar la ropa en la Lavandería Azul que tener una lavadora y secadora en casa.
Incluye la lavandería autoservicio Adeje y la lavandería autoservicio El Fraile, ambas ubicadas al suroeste de la isla. Ofrece lavadoras y secadoras industriales y energéticamente eficientes, y el detergente y el suavizante se incluyen en el servicio.
Lavandería autoservicio Adeje
La gran oferta de hotelería, restaurantes y ocio es una de las mejores en toda Canarias. Gracias a esto, los servicios se multiplicaron, abriendo entonces la lavandería autoservicio Adeje, en el municipio del mismo nombre.
Se encuentra en el centro de la ciudad, justo al frente de la plaza César Manrique. Desde la lavanderíapuedes vigilar a tus hijos mientras haces la colada, que por otro lado te consumirá apenas 22 minutos.
Abre todos los días desde las 6 de la mañana hasta las 22:30.
Lavandería autoservicio El Fraile
Se encuentra en el municipio de Arona, al suroeste de Tenerife. Hay una gran oferta hotelera en esta zona, así como una notable infraestructura turística. El Fraile es un pequeño barrio dentro del municipio, a 350 metros de la línea costera.
A pesar de lo pequeño, El Fraile experimentó un crecimiento demográfico impresionante: de 4.000 habitantes en 2000 a 10.000 en 2019.
Ésta fue una de las razones para abrir la lavandería autoservicio El Fraile, además de los miles de turistas que se quedan cerca. El uso de la lavandería es muy útil y práctico, ya que resulta mucho más económica que el servicio en cualquier hotel.
Tiene aparcamiento gratuito, se encuentra en la avenida principal de El Fraile y al lado cuenta con una panadería, una farmacia y un supermercado. Igual que en la de Adeje, en ésta el servicio incluye detergente y suavizante.
Abre todos los días, desde las 8 de la mañana hasta las 21:30.